Desde mi escritorio

Introducción: Cada cristiano debe ser alguien de una integridad indudable. Jesús siempre demostró ser una persona íntegra y sin nada que ocultar. Y él vino para darnos ejemplo de la vida que agrada al Padre. Para nosotros no deben existir zonas grises en nuestras vidas.


Desarrollo: El noveno mandamiento nos enseña que no debemos mentir. (Éxodo 20:16). Toda esperanza o sueño que se construya sobre una mentira es siempre el principio del fracaso. No intente construir algo sobre un fundamento de falsedad o de verdades a medias. Eso no perdurará.
Alguien dijo que debe ser muy buen negocio vivir honestamente porque hay muy poca competencia; es decir, la honestidad hoy en día es un bien escaso. En realidad sólo alguien honesto e íntegro se puede motivar o dirigir con eficacia. La mentira distorsiona la guía de Dios en nuestras vidas y nos lleva dar pasos incorrectos.

El mayor problema
Lo más peligroso de la mentira es que muy fácilmente se convierte en un hábito. El hecho es que alguien que miente una vez descubre que es más fácil hacerlo por segunda vez. Mentir también es una trampa. Nadie tiene la memoria suficientemente buena para ser un mentiroso de éxito. Prov. 12:22 dice: “Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento. Leer también Prov. 19:9; Col. 3:9-10.

7 consecuencias de mentir. Si usted miente

1. Atraerá mentirosos a su vida. (Prov. 17:4).
2. Tendrá falta de entendimiento. (Salmos 119:104).
3. Nunca disfrutará de resultados permanentes. (Prov. 12:19; 21:28).
4. Terminará en esclavitud. (Gál. 2:4)
5. Será castigado. (Prov. 19:5)
6. Será un necio. (Prov. 10:18)
7. Sus mentiras lo perseguirán. (Sal. 7:14-16)

Conclusión
Recuerda que las mentiras blancas crecen hasta ser grandes mentiras negras. Debemos decidir librarnos de la esclavitud de vivir una vida basada en la mentira y construir nuestras vidas basadas en la verdad.